
Programa De Gestión Del Agua De Lluvia
La gestión de las aguas pluviales se centra en reducir la escorrentía del agua de lluvia procedente de tejados, calzadas, calles y otras superficies impermeables (duras), al tiempo que se protege y mejora la calidad del agua de arroyos y océanos.
En las zonas urbanas, las superficies impermeables impiden que el agua penetre de forma natural en el suelo. En su lugar, el agua de tormenta (lluvia) fluye rápidamente hacia los desagües pluviales de nuestras calles, que desembocan en nuestros arroyos y océanos sin tratar. Esto puede provocar:
- Inundaciones
- Erosión de las orillas de los arroyos
- Destrucción del hábitat
- Daños en las infraestructuras
- Aumento de la turbidez del agua (enturbiamiento por sedimentos alterados)
La escorrentía de las aguas pluviales suele arrastrar contaminantes como líquidos de automóviles, productos químicos para el césped y el jardín, bacterias y basura a nuestros arroyos y océanos. El objetivo principal de la gestión de las aguas pluviales es reducir la escorrentía y eliminar los contaminantes del agua antes de que lleguen a nuestras vías fluviales.